5 Escapadas de un día desde León a menos de una hora en coche
Guía Turística León
A ver, que nos conocemos. Vienes a León, te vas a quedar boquiabierto con la Catedral, te vas a poner fino a tapas por el Húmedo y vas a hacerte la foto de rigor en San Marcos. Y está genial, de verdad. Pero si haces solo eso, te irás con la sensación de haberte leído solo el primer capítulo de un libro increíble.
¿Quieres saber cuál es el truco para exprimir el viaje de verdad? Montarte la base de operaciones en un sitio cómodo en el centro, como un apartamento de mk77leon.com, y dedicar al menos un día a coger el coche sin un rumbo fijo. Bueno, sin un rumbo fijo no, que para eso estoy yo aquí.
Aquí te dejo cinco sitios que están a un paso y que harán que tu escapada a León pase de «muy chula» a «inolvidable».
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Contenidos
Astorga: donde Gaudí se tomó un chocolate.
Imagínate la escena. Llegas a una placita y te encuentras una catedral imponente. Normal. Pero es que justo enfrente tienes un palacio que parece sacado de un sueño de Disney. Es de Gaudí, y sí, es tan alucinante como suena. Astorga es ese contraste. Es pasear por encima de ruinas romanas y que de repente te llegue un olor a chocolate que te obliga a parar. Es una ciudad con una personalidad arrolladora.
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Castrillo de los Polvazares: un reseteo en toda regla.
Hay pueblos bonitos y luego está Castrillo. Aquí la única regla es caminar despacio. Las calles son de piedra, las casas también, y los portones de colores le dan un toque que te alegra la vista. No hay ruido, no hay coches, no hay prisas. Es el lugar perfecto para apagar el móvil y simplemente estar. Te aseguro que vuelves de allí con la mente mucho más limpia.
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Cuevas de Valporquero: una aventura bajo tierra.
Si necesitas un chute de adrenalina y naturaleza, tienes que ir aquí. No es una cueva cualquiera, es como entrar en otro mundo. El momento en que se abre la primera gran sala y ves lo que ha hecho el agua durante millones de años… te deja sin palabras. Da igual la edad que tengas, te vas a sentir como un explorador descubriendo un tesoro. Eso sí, llévate una chaqueta, que ahí abajo refresca.
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Valencia de Don Juan: el combo que no falla.
Este plan es un dos por uno. Por un lado, tienes un castillo medieval enorme, de esos que imponen, para que te sientas parte de la historia. Y por otro, justo al lado, unas piscinas gigantescas para relajarte si el calor aprieta. Es una opción genial si viajas con niños o si, simplemente, te apetece un día que combine un poco de cultura con un mucho de relax.
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El Faedo de Ciñera: el bosque mágico que te carga las pilas.
Mi debilidad personal. Es un paseo súper agradable por un caminito de madera que se mete en un bosque de hayas centenarias. El sitio transmite una paz increíble. El sonido del arroyo, la luz que se filtra entre las hojas y ese árbol de 500 años llamado «Fagus» que te espera al final… Es de esos lugares que te reconcilian con el mundo. Sales de allí con la energía renovada.
Al final, de esto se trata. De usar León como tu punto de partida. Vuelves de tu ruta, dejas el coche, te das una ducha en tu apartamento y sales a que el bullicio del Húmedo te cuente qué tal ha ido el día. Esa es la experiencia completa.
Échale un ojo a los apartamentos en mk77leon.com. Verás que encontrar tu «casa» en León para hacer todo esto es más fácil de lo que parece.